Para dirigir mejor los recursos públicos destinados a la recuperación de las aceras para los ciudadanos, se utilizaron datos geográficos de vías, de IBGE (censo y empleo) y anónimos de posicionamiento de personas para identificar regiones prioritarias para la mejora de las aceras. A pesar de ser una obligación de los propietarios de los inmuebles, corresponde a la ciudad para llevar a cabo su supervisión. Este estudio se realizó en colaboración con la Secretaría Municipal de Conservación.